sábado, 17 de mayo de 2014

Mi Monólogo interior

Ojalá se detuviera el tiempo para hacer durante un buen rato lo que más te guste, sin importar el paso de los minutos, el tic tac del reloj, expulsar todos los agobios afuera y disfrutar del momento más placentero que exista. No te preocuparías por nada de lo que suceda en el mundo porque todos están como estatuas, nada excepto tu se mueve. Y me pregunto que harías en el caso de que te ocurriera por una causa extraña, por no decir imposible.
En mi caso, si tuviera el poder de dominar a mi antojo el tiempo lo pararía justo en el momento del día más hermoso, un atardecer, sentado bajo la copa de un árbol, alrededor de un bello paraje, igual que la foto de fondo que ves atrás. Allí escuchara mi música relajante y con la que me inspiro, no pondría una de Juan Magan porque me entorpecería el momento, me llevaría alguna bebida refrescante y por último, entre unos cuantos elegiría de los objetos más preciados que tengo en mi habitación, un libro. Puede ser cualquiera de los que tengo, no me importaría el escritor porque todos son loables, a mi parecer.
Si el sueño no me venciera me quedaría hasta acabar el libro, actualmente me estoy leyendo el señor de los anillos, pues ese me lo acabaría y siguiera con el Código Da Vinci que lo tengo empezado, brillante libro, me enganchó tanto aquella noche cuando me lo encontré por casualidad en la estantería de mi habitación que no podía parar,hasta que me dormí, ya eran las cuatro de la madrugada. Creo que todo el mundo debería de leérselo. Sobre todo me gusta la información que da acerca del cuadro de la mona lisa y la divina proporción, entre otras, es fenomenal. O también recomendaría la trilogía del Cementerio de los libros olvidados de Carlos Ruiz Zafón, mi favorito. Podría leer y volver a leer sus libros y no me cansaría.
Esto de detenerse el tiempo me recuerda a un capítulo de los Simpons en el cual Lisa pide que se pare el tiempo, se quedó asombrada cuando veia unos copos de nieve detenerse ante sus ojos.
No sería asombroso tener el mundo para ti solo. Por un momento vivir en paz,  sin que nadie ni nada te impida hacer lo que tu quieres en ese mismo momento. Que se lo digan a la gente de Nueva York, tan ajetreados que están todos los días. Os aseguro que yo no podria vivir allí. Tantas personas, tantos coches...todo se eleva a la máxima potencia. Lo peor de todo, las calles oscuras, abarrotadas de suciedad, ese ambiente me hace pensar en cosas lúgubres. Bueno también tengo que decir que hay una parte positiva. Conoces personas de todas las nacionalidades porque EEUU es el país donde mas extranjeros hay aunque ahora que lo pienso no podría hablar con nadie porque el inglés es un idioma que no domino muy bien, mas mal que bien pero siempre puedo echarme algún amigo que me pueda traducir todo. Los edificios grandiosos, la comida, eso la comida. Lo mejor. Has visto alguna vez por la tele el inmenso tamaño que hacen los bocadillos, o las hamburguesas. Comerse una de esas no estaría nada mal por una vez en tu vida.
Otro de los motivos es el poder viajar a otro continente por primera vez. Me encanta viajar,ver mundo, cosas fuera de lo común. vivir experiencias nuevas...pero me echa un poco atrás la idea de viajar en avión.  Unos dicen que no sintieron nada, otros que se te sube el corazón a la garganta...¡con el vértigo que le tengo a las alturas! pero bueno, todo se supera y voy a saberlo porque en poco tiempo haré un viaje.
Bueno, a parte de leer, que a algunos les parece tedioso porque no han encontrado el libro exacto, uno que te deje tan impresionado, tan a gusto que quieres continuar leyendo libros de ese mismo autor, pues haría todo tipo de locuras,las cuales no te atreverías hacer en un día normal.

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